#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #Generación27 (1924) Marinero en tierra
Vírgenes con escuadras y compases, velando las celestes pizarras. Y el ángel de los números, pensativo, volando,
Huele a sangre mezclada con esplie… Venida entre un olor de resplandor… A sangre huelen las quemadas flore… Y a súbito ciprés de sangre el fue… Del aire baja un repentino riego
¡Jee, compañero, jee, jee! ¡Un toro azul por el agua! ¡Ya apenas si se le ve! —¿Quééé? —¡Un toro por el mar, jee!
Mil novecientos diecisiete. Mi adolescencia: la locura por una caja de pintura, un lienzo en blanco, un caballete. Felicidad de mi equipaje
Buscad, buscadlos: en el insomnio de las cañerías olv… en los cauces interrumpidos por el… No lejos de los charcos incapaces… unos ojos perdidos,
¡Oh poesía hermosa, fuerte y dulce… mi solo mar al fin, que siempre vu… ¿Cómo vas a dejarme, cómo un día puede, ciego, pensar en tu abandon… .
¿Por qué me miras tan serio, carretero? Tienes cuatro mulas tordas, un caballo delantero, un carro de ruedas verdes,
¡Jee, compañero, jee, jee! ¡Un toro azul por el agua! ¡Ya apenas si se le ve! —¿Quééé? —¡Un toro por el mar, ¡Jee, compa…
A un niño, a un solo niño que iba… para ángel indiferente de una esca… Mirad. Conteneos la sangre, los o… A sus pies, él mismo, sin vida. No aliento de farol moribundo,
Acordaos. La nieve traía gotas de lacre, de… y disimulos de niña que ha dado mu… Una mano enguantada, la dispersión… La derrota del cielo, un amigo.
Pirata de mar y cielo, si no fui ya, lo seré. Si no robé la aurora de los mares, si no la robé, ya la robaré.
¡A la mar, si no duermes, que viene el viento! Ya en las grutas marinas ladran sus perros. ¡Si no duermes, al monte:
Ni el humo, ni el vapor, ni la neb… Lejos de aquí ese aliento que dest… Una luz en los huesos determina y con la sombra cómplice construye… Pensativa sustancia la pintura,
La primavera ha venido dejando en el olivar un libro en cada nido. Vivir leyendo, leyendo mientras la paz en el mundo
Yo soy Rafael Alberti, el que trabajó un tiempo en gongorinos mármoles la forma de su voz. El que haciéndose huésped becqueriano de las nieblas se agarró en lucha desesperada con los án...