—Aquí está el general. ¿Qué quiere el general? —Una espada desea el general. —Ya no existen espadas, general. ¿Qué quiere el general?

Aquí no baja el viento, se queda a… Desplómate, ciudad, de hombros ter… Qué balumba de ventanas cerradas,… Entonces entrará, podrá bajar el v…

Te digo adiós, amor, y no estoy tr… Gracias, mi amor, por lo que ya me… un solo beso lento y prolongado que se truncó en dolor cuando part… No supiste entender, no comprendis…

¿Qué tienes, dime, Musa de mis cu… —Nostalgias de la tierra, de la ma…

Vino el que yo quería el que yo llamaba. No aquel que barre cielos sin defe… luceros sin cabañas, lunas sin patria,

Luna mía de ayer, hoy de mi olvido… ven esta noche a mí, baja a la tie… y en vez de ser hoy luna de la gue… sélo tan sólo de mi amor dormido. .

Pirata de mar y cielo, si no fui ya, lo seré. Si no robé la aurora de los mares, si no la robé, ya la robaré.

Inmóviles, clavadas, mudas mujeres… y hombres sin voz, lentos, de las… quieren, quisieran, querrían pregu… —¿Cómo tú por aquí y en otra parte… Querrían hombres, mujeres, mudos,…

El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar! ¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad? ¿Por qué me desenterraste

A veces, amor mío, soy tu ángel de… Me levanto de no sé qué guaridas, fulmíneo, entre los dientes una espada de filos amargos, una t… espada que tú bien, mi pobre amor,…

Acordaos. La nieve traía gotas de lacre, de… y disimulos de niña que ha dado mu… Una mano enguantada, la dispersión… La derrota del cielo, un amigo.

«No vine a ti para alabar la niebla que te difumina ni esa escarcha que te hace entrar en una caja cristalina. Ni vine a ver cómo se clava

¡Ja, ja, ja! Qué gracioso está mi corazón vestido de smoking rojo ¡je, je, je!

¡Amor!, gritó el loro (Nadie le contestó de un chopo al… ¡Amor, amor mío! (Silencio de pino a pino.) ¡Amooor!

(Poema Representable) 1, 2, 3 y 4 En estas cuatro huellas no caben m… Si en estas cuatro huellas no cabe… ¿de quién son estas cuatro huellas…