#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #Generación27
Entro, Señor, en tus iglesias...… si tienes voz, ¿por qué siempre va… Te lo pregunto por si no sabías que ya a muy pocos tu pasión redim… Respóndeme, Señor, si te deprime
Hoy las nubes me trajeron, volando, el mapa de España, ¡Qué pequeño sobre el río, y qué grande sobre el pasto la sombra que proyectaba!
Dejé por ti mis bosques, mi perdid… arboleda, mis perros desvelados, mis capitales años desterrados hasta casi el invierno de la vida. Dejé un temblor, dejé una sacudida…
¡Nostalgia de los arcángeles! Yo era... Miradme. Vestido como en el mundo, ya no se me ven las alas.
A la Virgen, un collar y al niño Dios, un anillo, Platerillo no te los podré pagar, ¡Si yo no quiero dinero! ¿Y entonces qué? di.
Cántico de cánticos. Cantar de cantares. Canción de canciones. Encendidas están las flores, las e… muriéndose de amor, sobre todos lo…
Rosa de Alberti allá en el rodapi… del mirador del cielo se entreabrí… pulsadora del aire y prima mía, al cuello un lazo blanco de moaré. El barandal del arpa, desde el pie
Marinerito delgado, Luis Gonzaga de la mar, ¡qué fresco era tu pescado, acabado de pescar! Te fuiste, marinerito,
—Un portal. —No lo tenemos. —Por una noche. —¿Quién eres? —La Virgen.
Se equivocó la paloma, se equivocaba. Por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era el agua. Creyó que el mar era el cielo
«Javier inició el paso. De su tiendecilla de pino cogió un racimo de uvas de la cena y, comiéndoselo, siguió andando entre los troncos. El bosque se había llenado de gente: refugiados d...
Si Garcilaso volviera, yo sería su escudero; que buen caballero era. Mi traje de marinero se trocaría en guerrera
¡Pescadores, pescadores, lanzad el arpón al viento y en banderas sin colores izad vuestro sentimiento! Lloren los ojos del puente
—Bien puedes amarme aquí, que la luna yo encendí, tú, por ti, sí, tú, por ti. —Sí, por mí. —Bien puedes besarme aquí,
«Pasado el primer melancólico invierno, ya contemplando Madrid disuelto en la neblina, bajo la nieve o a la luz de esos cielos tan suyos, tensos de azules congelados; ya consolándome co...