#Españoles #Generación27 #SigloXX
Yo me acerqué hasta tu vera con miedo, ¿por qué negarlo? En las sienes me latían cincuenta y dos desengaños; gris de paisaje en los ojos,
De laurel, no de acero, con falda de campanas y cristales, la torre es un arquero cuyos leves puñales aun mojados de rosas son mortales.
Apoyá en er quisio de la mansebía miraba ensenderse la noche de mayo… pasaban los hombres y yo sonreía hasta que a mi puerta paraste el c… «Serrana, ¿me das candela?»
Siempre pegada a tu muro y al filo de tus almenas; siempre rondando el castillo de tu amor; siempre sedienta de una sed mala y amarga
En el estanque del día se han mojado tus palabras. El «no» sin eco posible de tu voz embalsamada, se está muriendo de frío
Lo mataron en Granada, una tarde de verano y todo el cielo gitano recibió la puñalada... Sangre en verso derramada,
Por la arena de la playa va con un hombre “la Lirio”. La tarde pone en sus ojos un barco de plata y vidrio, mientras que Cádiz se enciende
Me acordaré de ti todas las noches a las once!... En la plaza sin luna de tu ausenci… pronunciaré tu nombre con el mismo temblor del primer dí…
Necesito de ti, de tu presencia, de tu alegre locura enamorada. No soporto que agobie mi morada la penumbra sin labios de tu ausen… Necesito de ti, de tu clemencia,
Bebiéndome la dulce primavera me sorprendió la tarde junto al rí… y pude contemplar a mi albedrío el idilio del agua y la palmera. Me zambullí desnudo en la pecera
Hubiera podido ser hermoso como un jacinto con tus ojos y tu boca y tu piel color de trigo, pero con un corazón
¿Me quieres, amor, me quieres? ¡Sí, para toda la vida!... y era yo quien preguntaba, siempre soñando una espina, siempre rondando una duda,
Se iba el tren, y quedaba, en el aire una mancha no sé si negra o blanca de tu brazo... ¡Ay distancia
¿Por qué tienes ojeras esta tarde? ¿Dónde estabas, amor, de madrugada… cuando busqué tu palidez cobarde en la nieve sin sol de la almohada… Tienes la línea de los labios fría…
Fue hacia la tercera luna cuando lo sintió en los centros. Estaba sobre la hierba, tumbada de cara al cielo —viendo la tarde morirse