Bajo el ombú corpulento, de las tórtolas amado, porque su nido han labrado allí al amparo del viento; en el amplísimo asiento

Con tu sonrisa embelleces Y haces tus quince lucir; Te lo habrán dicho mil veces: Blanco pimpollo pareces Que comienza a entreabrir.

A bañarse en la gota de rocío Que halló en las flores vacilante… En las noches de estío Desciende el rayo de la blanca lun… Así, en las horas de celeste calma

Tu “Flor de la caña”, ¡Oh Plácido amigo! No tuvo unos ojos Más negros y lindos, Que cierta morocha

Duerme el Callao. Ronco son hace del mar la resaca, y en la sombra se destaca del real Felipe el Torreón. En él está de facción,

En pos del alba azulada, ya por los campos rutila del sol la grande, tranquila y victoriosa mirada. Sobre la curva lomada

¿Tú piensas que te quiero por herm… Por tu dulce mirar, Por tus mejillas de color de rosa? Sí, por eso y por buena, nada más. ¿Que entregada a la música y las f…

Cuando la tarde se inclina sollozando al Occidente, corre una sombra doliente sobre la pampa argentina. Y cuando el sol ilumina

Es la mañana: nardos y rosas mueve la brisa primaveral, y en los jardines las mariposas vuelan y pasan, vienen y van. Una niñita madrugadora

Brisa que en medio de la selva can… apacible rumor del oleaje, es el susurro de su blanco traje al deslizarse su ligera planta. Luz de la estrella que al caer la…

Vivaz, armonïosa, Risueña y sonrosada, El trágico coturno Crujiéndole en las plantas, Volcado el traje en opulentos plie…

El sol se oculta: inflamado el horizonte fulgura, y se extiende en la llanura ligero estambre dorado. Sopla el viento sosegado,

Ven, sigue de la mano al que te amó de niño; ven, y juntos lleguemos hasta el b… que está en la margen del paterno… ¡Oh, cuánto eres hermosa,

¿Quién no ha visto en las orillas del hermoso Paraná, esa banda, siempre verde, siempre móvil del juncal? En las horas de la siesta,

Pues las pides, en tu busca van mis flores ignoradas, con su modesto perfume y risueñas esperanzas. No temas, no, que en sus hojas