#Argentinos
¿Tú piensas que te quiero por herm… Por tu dulce mirar, Por tus mejillas de color de rosa? Sí, por eso y por buena, nada más. ¿Que entregada a la música y las f…
¡Ah! yo que en torno de tu sien he… Perennemente suspendida el alba, Y encenderse en el cielo de tus oj… Como una estrella el esplendor de… Ha querido mi ofrenda de poeta
Iba un anciano trepando en ágil mula la sierra, desde el sombrero a la barba suelto el barbijo de seda; poncho de agreste vicuña
Es la mañana: nardos y rosas mueve la brisa primaveral, y en los jardines las mariposas vuelan y pasan, vienen y van. Una niñita madrugadora
¿Has podido dudar del alma mía? ¿De mí que nunca de tu amor dudé? ¡Dudar! ¡Cuando eres mi naciente… mi solo orgullo, mi soñado bien! ¡Dudar! ¡Sabiendo que en tu ser r…
Pues las pides, en tu busca van mis flores ignoradas, con su modesto perfume y risueñas esperanzas. No temas, no, que en sus hojas
El sol se oculta: inflamado el horizonte fulgura, y se extiende en la llanura ligero estambre dorado. Sopla el viento sosegado,
Tu “Flor de la caña”, ¡Oh Plácido amigo! No tuvo unos ojos Más negros y lindos, Que cierta morocha
Con tu sonrisa embelleces Y haces tus quince lucir; Te lo habrán dicho mil veces: Blanco pimpollo pareces Que comienza a entreabrir.
Bajo el ombú corpulento, de las tórtolas amado, porque su nido han labrado allí al amparo del viento; en el amplísimo asiento
Brisa que en medio de la selva can… apacible rumor del oleaje, es el susurro de su blanco traje al deslizarse su ligera planta. Luz de la estrella que al caer la…
Duerme el Callao. Ronco son hace del mar la resaca, y en la sombra se destaca del real Felipe el Torreón. En él está de facción,
¿Quién no ha visto en las orillas del hermoso Paraná, esa banda, siempre verde, siempre móvil del juncal? En las horas de la siesta,