Una mirada de reojo a la ventana c… Que duerme como niños esperando po… Conté setecientos cuarenta y ocho… Antes De levantarme de la silla y correr…

Estas son las piezas De mi juego favorito. Divierte como uno antiguo, Y emociona con el revolotear de un… El diablo, el diablo, el diablo...…

Se emocionó al ignorar las silueta… Conquistó con sus ojos las esquina… Una hermosa viuda Cantaba en el techo de su casa, Se acercó un poco más...

Desde siempre tus palabras Miserables Lastimando al débil y tortura Ando como el mar a las rocas de la… Fortaleza antigua de manantial ind…

Una pierna buena Y otra mala... Una mano derecha Y otra torpe. Una dicotomía de carne y de huesos

Caramelos de soda, licor y anís En bolsillos de aquel que corre ha… Olvidando el descanso de un moment… El cariño frágil de un era. Bicicleta de fuego y colegas tarta…

Sobre los ejes de mí mismo, Se desparrama el líquido pestilent… Que mantiene unida mi estructura. Sobre los cimientos de mi control… Se me exige desesperadamente

La calma no lo es todo en momentos… De pétalo muerto o de tumba vacía. Resbalé más de una vez por el mism… Sangriento de humillación y retorn… De cantos al sexo, a la sonrisa y…

No te precipites a caer en tentaci… Libérate primero del peso de la du… El arma homicida de la segregación… Yo me libero con la caída del gran… Me deslizo sobre los cuerpos

Los que arden desde lejos, Esperando por silencio... Como cisnes cuello negro que adelg… Atardeciendo en la superficie De algún lago extranjero.

Atrapar moscas por placer, Besarlas Y echarlas a la boca. Arrancar del pasto el color verde Y salpicar saliva al hablar con

Su trapecio tenía imanes Y jamás se quitó los anillos. El suelo tenía plástico Y nunca se quitó los zapatos. El público miraba aburrido

Regalé mis semillas a tu tierra, Y mis cosechas a lo incierto. Regalé mi río a tus aguas, Y mis pasos a tu tiempo. Regalé mi llanto a tu sangre

Y podría ser mentira... Que esas calles siempre nocturnas, Que se adornan con el oro de focos… Sean las mismas de aquellos premat… Memorias afiladas,

La perfección es ciega tortuga que… Trágame con tus piernas freudianas… No eres más que el cobijo biológic… El paraguas japonés que cubre crán… Plánchate las pestañas que se te a…