#Españoles (1846) Cantares Dolores y
Ya se está el baile arreglando. Y el gaitero, ¿dónde está? «Está a su madre enterrando, pero enseguida vendrá». «Y ¿vendrá?» «Pues ¿qué ha de hac…
Murió por ti; su entierro al otro… pasar desde el balcón juntos miram… y, espantados tal vez de tu falsía… en tu alcoba los dos nos refugiamo… Cerrabas con terror los ojos bello…
Aquellas niñas hermosas que en suma beldad conformes, teniendo la tez cual nieve, tengan los ojos cual soles, y el alma sintiendo, tiernas,
De Diógenes compré un día la linterna a un mercader; distan la suya y la mía cuanto hay de ser a no ser. Blanca la mía parece;
Más dulces habéis de ser, si me volvéis a mirar, porque es malicia, a mi ver, siendo fuente de placer, causarme tanto pesar.
De amor tentado un penitente un dí… con nieve un busto de mujer formab… y el cuerpo al busto con furor jun… templando el fuego que en su pecho… Cuanto más con el busto el cuerpo…
Escribidme una carta, señor cura. —Yá sé para quién es. —¿Sabéis quién es, porque una noch… nos visteis juntos? —Pues. —Perdonad; mas... —No extraño ese…
Velas de amor en golfos de ternura vuela mi pobre corazón al viento y encuentra, en lo que alcanza, su… y espera, en lo que no halla, su v… viviendo en esta humana sepultura
Tuvo un reino una vez tantos beodo… que se puede decir que lo eran tod… en el cual por ley justa se previn… —Ninguno cate el vino.— Con júbilo el mas loco
¡Pobre Carolina mía! ¡Nunca la podré olvidar! Ved lo que el mundo decía viendo el féretro pasar: Un clérigo. Empiece el canto.
Para formar tan hermosa esa boca angelical, hubo competencia igual entre el clavel y la rosa, la púrpura y el coral.