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Quiero que me acompañen la calidez de tus manos. las que cuidan y protegen mi orfan… las que tienen esperanza necesari… y una sensibilidad dispuesta a con…
En la Sierra, encuentro el Alma, y a Dios le cuento mis males. y es cierto que las verdades, a veces son despiadadas, y son como candelarias,
Al silencio le pedí que se callara. A la crueldad le pedí moderación. A mi cobardía le pedí
Estaba la alegría agazapada, deseando alguno, ver contento. Fúnebres caras circulaban, aunque nada que ver con el momento… la egoísta pretensión de la amargu…
Lloraste sin consuelo las lagrimas inmensas de la desesperanza. Lloraste desde adentro la angustia descarnada,
Mi error, tu error, nuestros errores. culposas conclusiones de dos vidas. Que logran,
Pisa, pisuela color de ciruela, via, via, este pié, un juego de niños un juego aniñado de frente agrupados,
Casi siempre, creo yo, en el alma de un docente, hay un llamado latente, de constancia y vocación. Y al formar una oración,
Que vieron en vos, Eva Perón. si no hay mirada que alcance tu es… Comprometida con tu tiempo, con lo… con la vida de cada criatura. con Perón que amaste hasta tu muer…
Dos cuerpos, un alma para convertirse en una. Es el momento con épocas distinta… el envejecer, tiene un arista, que es la seriedad que nos invade.
Frente a una vela encendida comienzan ruegos de fe, pedidos de inmediatez sanaciones y perdones, a la espera que los dones
Duermen entre los libros, pensamientos infinitos, mitológicos designios, abigarrados recuerdos, destellos del corazón,
Con las manos abiertas salió la ternura a buscar adeptos, y halló a las caricias dispuestas a darle
Eres tal cual, ni negativa ni vengativa, ni última, del medio, ni primera, ni fósil, ni enredadera,
La tarde se mostraba perturbada, el bosque no dejaba, ni un resquic… para que ella perpetuara su presen… el decía, que cuidaba de sus hijos… Un joven árbol sostenía,