Al colgar Dios
una guirnalda de colores,
dicen, comenzó la creación.
Sacó la belleza de un armario,
a la fealdad con ternura la abrazó,
a la simpatía la mezcló con la sonrisa,
y a la pobreza le dio su bendición.
La lealtad no se apartaba de su lado,
le tenía temor a la traición,
el odio repartía formularios,
y dando besos encontraron al amor.
Un cisne representaba a la pureza,
el poder la cabeza de un león,
todo estos sucedía naturalmente,
ante los ojos y presencia del Señor.