Cuaderno con cientos de hojas
La rutina muchas veces,
no nos permite entender,
necesidades del ser
razones que no se explican,
la tarde es melancolía,
cuando empieza anochecer.
Y así se acerca el placer,
de revivir algo grato,
aquel poema, un buen rato
un gesto que nos alegra,
aquella plácida cena,
una anécdota olvidada,
sabanas transpiradas,
las buenas y hermosas cosas,
cuaderno con cientos de hojas,
borrador de la memoria.