¡Héme aquí! sin que exista alguna duda
disertando pensamientos;
cuántas pérfidas ideas...
son motivo de lamentos.
Cuán equívoca razón
perfección de la incoherencia;
veleidosa y deiscrepante...
¡falsa imágen de prudencia!
Presos mueren mis anhelos,
prisioneros en penumbra;
antes sendos monumentos,
hoy... deseos que se derrumban.
Más infame fué el pensar,
levitando a la deriva;
soñadoras convicciones...
incongruentes de mi vida.