(1919)
#Cubanos #SigloXIX #SigloXX
“El pistilo es el pene de la flor.… _¡Ave María Purísima! ¿Quién ha dicho ese horror?
Intocada, esculpida por la mano de artífice inmortal, de tus carnes turgentes se despren… hálito primaveral. Impoluta mujer de mis pesares,
Del horizonte al cenit, y entre gu… De masas nacarinas, índigo, pru– sia, celeste. Las nubes _imitativa… todas las formas_ son: montañas, f… tas y frondas. La luz del mar se l…
Oh, Tierra, yo soy un espíritu in… mi comunión fue de dudas y alegría… soy viva idealidad de un esqueleto… soy un ebrio sensual de melancolía… Oh, Tierra, el himno profano de t…
El blanco solamente es una gama cuando _red ideal_ tu piel exorna y en viola, coral, perla, nieve, t… el rayo incierto que la luz derram… Milagroso tu cutis, iris finge
Desde el balcón ruinoso de baranda… que como boca horrible del muro se… miro con ojos tardos hacia el verg… en donde el viento airado las pomp… En el confín borroso, un horizonte…
En el clara tarde de marzo el ciel… palio sobre la estéril montaña, es un mar pálido en calma. Y en él abre su torta lechosa la carcomida… de la luna a semejanza de una agua…
Tienen sabiduría tus caderas, tan flexibles como algunas maderas de mi predio natal. Tienen sabiduría tus caderas, para enojo de ansiadas bayaderas
Perla, ópalo y gris: la madrugada _dijérase sibila triunfadora_ anuncia el rojo de la vieja aurora con una urente brisa fatigada. Traman feble batista opalizada
A la puerta _estilo kolosal_ de la estación X. Y. P. de Democity, y hora Standard las 14 y 5 con sol en Géminis.
Como una anciana de postizos grise… con la mañana se despierta la brum… y con la lentitud de sus años, en… de la Naturaleza, va borrando mont… horizontes y cielos. De repente
Proemio Solos con nuestras cuitas en la al… frente a la blanca luna del espejo… la atraje hasta mi hombro con un m… y la retuve con la miel de un beso…
Y mañana, como un asno de noria, el retorno canalla y sombrío, doblar la cabeza y escribir: Al juzgado, con los ojos aún llenos de lumbres…
Con el beso solemne que la Aurora a la Tierra le ofrenda antes que el Sol asome su cuadriga y los cielos encienda, me incorporé en el lecho, ensombre…
En la gloria de la mañana, un celaje deja pasar el sol. El viento encarruja sutilmente las olas, que besadas por la luz parecen una floración argéntea