Hominicaco, no seas curioso. Deja en paz las estrellas; haz un mondadientes con tu telesco… ¿De qué te serviría descubrir el m… de los mundos si has _siempre_ de…

Como chispas apagadas del volcán de tu pasión, se distienden cual regueros de aza… por lo blanco de tu cutis en carna… Maquinando una leyenda

Hay más arcano que en el beso, que en el dolor y que en la muerte… en el ojo humano del elefante. Y mientras danza torpemente y sincroniza sus orejas,

Con el beso solemne que la Aurora a la Tierra le ofrenda antes que el Sol asome su cuadriga y los cielos encienda, me incorporé en el lecho, ensombre…

Qué triste la Gran Triste! Nada como la playa nativa existe que sea más triste. Su tristeza tiene vigor, ansia y pereza: ansia de la vida,

Errumpen todas las velas a flamear con los besos del viento… que bufa como un demonio el nordeste. Por la barroca esmeralda

Mientras que en silencio con ardor… y entornando los ojos de placer so… mentalmente de todos tus espamos g… bajo la borrachera de mis melancol… Te hablé de los misterios sensuale…

Expira la tarde. En el interior d… la casa solariega, silenciosa y or… te, la penumbra cuelga sus tules.… repente, el crepúsculo, como un pi… curioso, irrumpe por debajo de la

En las ruinas del muro y la presa envejecen la piedra y el agua sobre las que mayo prende su verde cana.

La casa, en una lometa propicia para admirar, me convida a ver el mar que es pintor y que es poeta. A mis pies se parapeta_

Como queda abatido el oleaje después de haberse levantado cumbr… y lame del peñón la pesadumbre, haciendo espuma lo que fue coraje, así tú, tras el ímpetu salvaje