¿Por dónde te busco? Desapareciste como la alta marea, Por las blancas dunas de arena te… Dime cangrejo, ¿Qué es lo que te asusta?
Cuando duermen los pájaros Se filtran por la ventana unos sin… Se germina la duda sugestiva: ¿Qué significa esta suave ola, est… Porque, santísima larga noche.
Pienso en ti y pienso que te amo, es ridículo, me digo. Dicen que no se puede amar tan pro… Pero hay un zumbido, un sonido –in crescendo– que se ha…
¿Sobre dónde me paro para aguantar… ¿Para dónde dirijo mis manos? ¿Para dónde dirijo mis dedos? Si el viento ofrece almohadas que… Y mi estómago retiene el vómito de…
Me gusta el amanecer. Lo disfruto desde la sombra de mis… El azul envolviendo, cálido por la… Como respirar aire de palomas blan… Es cuando los ojos duelen, y nadie…
El viento deja oprimidos los pulmo… Azules y grises de tantos momentos… Con encajes que adornan los suaves… Adornamos la piel Con flores secas
Ah, señor... Tan largas son sus líneas del tiem… que vagabundo es en un cuerpo roto… olvidado y ajeno. Sepultado en las mañanas frescas.
Mujer de alma libre y aventurera, Sin remordimientos ni penas. Viajando como tela al viento, No cajas, no nudos, no tropiezos. No existen esos conceptos en la me…
Alma blanca, aires sinceros de calidez, qué amabilidad te cubre y cuanta gracia. Abrazas y das aliento, eres fuerte, firme y capaz, tan noble como una flor y la certeza de una especie m...
Erróneas son las palabras escritas… Erróneas son Cada Una De
Escribe, me dice Escribe y comienza Empieza y saca Derrite y aumenta Sabe, dice lo que no se piensa
La sensación del que se va se sien… Cuando abrimos los ojos en la maña… Dos caminos he de elegir, porque l… Sentir que nada es certero, extrañarte, no poder llorar.
He de pensar y voy a soñar Queriendo soñar me pongo a pensar Divina y tierna noche Que acoge Oh, turbia y oscura noche
Cerrando los ojos me sumerjo en el… Yendo al fondo, a lo hondo del pro… Cerrando los ojos me quiero escapa… Hundir, empapar, gozar. Tales momentos de veracidad, trans…
Qué arrullo murmurante tarareas cuando me acobijas y acurrucas en tus brazos como dos marfiles dispuestos a todo, Suena como la determinación de un sabio que se yergue frente a las olas...