Adios amigo
Hoy parte un heroe de infancia
Un ser que alegraba un niño sin ocasos
Un tío que nunca lo fue
Que sin embargo, rimaba en sus limitacione y regalaba a mi amistad
La sonrisa de una flama en libertad
Es insensible mi momento
Y difícil sentir que lo extraño
Quizás mañana sea su ausencia quien me lo recuerde
O quizás sea su presencia eterna en la portada de su casa
La que me obligue a llorar en lo interior de mi ser
Y es que odio no sentir pena
Pero es que no puedo sentir sin haberlo perdido
Y no puedo arrancar de mi memoria
Que el silencio no era quien me recibía sino un tipo sereno de tan grande humildad.
Era aquel “Como va” al volver de la universidad, una sonrisa caída al caer la tarde, un acto de magia en lo cruel de la soledad.
El que me motivo con una rima a innovar en las maneras de hacer reir
Y de cual nunca olvido su curiosa manera de caminar.
Quizás el siga allí sentado esperando las tardes más sola que la vida le asigno.
Y sobretodo quizás, tan solo quizás
El nunca se irá de esta vida que aún respiro
Y que aún siento que esta, pero a la vez ya se ha ido.
Y que duro puede ser, no sentir
Pero no lo extraño
Aunque sé que nunca más lo volveré a ver.
Hoy ha muerto, y hoy ya no está más
Pero que silencio y bullicio hay entre las gotas de lluvia
Que silencio y dolor calan en cada uno de los ratos
De sentirme tan vacío ya
De sentirme tan insensible
De saber que en él muere una parte de una infancia muy lejana
Y que no puedo ni moverme de mi asiento
Que no puedo ni dejar mi silencio
Que quizás él haya muerto y evidencie un ser vacío que siempre vivía a mi lado.
No lo extraño, pero se qué llorare al hacerlo.
