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Conversando con la luna

Querida amiga, que calmada en el universo me observas
tratando de sentirte ajena a lo terreno
siendo aún así, tu vientre
fuente eterna de luz y movimiento
en cada gota de agua que surcan los mares
 
Escucha hoy mis lamentos, que de por si ya han curtido mis mejillas
tratando de andar bajo tu luz, de rodillas
y tratando de hacer del agua
mi desfogue eterno para el dolor que llevo dentro.
 
Y tu que sabes que mis males no son más que un mal de tardes
pretendo que con tu luz ajena, lleves de mi una noche
a lo más profundo de mis anhelos
a lo más profundo de los mares
y repetirme de nuevo que puedo arreglarlo
mas la oscuridad es perenne
pero la noche cada vez termina mucho más antes.

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