Estabas durmiendo la siesta
y... ¿quién vino a visitarte?
¡El Osito! que haciendo piruetas
se bajó desde su estante.
Despertarte, no quería,
se acercó muy despacito,
y te dijo si podía
entrar en tu sueño un ratito.
Vos lo dejaste, y entró.
Y tuvo una idea genial!
usando una caja inventó
una gran nave espacial.
Y surcaron el espacio
entre estrellas y cometas,
navegando sin descanso
recorrieron los planetas.
Como recuerdo del viaje
trajeron un rayo de sol,
una luna de remate
y una estrella sin fulgor.
— Final feliz —
Y al retornar del paseo,
cuando al fin aterrizaron,
sintieron el gran deseo
de estrecharse en un fuerte abrazo.
Entonces te despertaste
y no estuviste tranquilo
hasta ver que el oso en su estante
sonriendo, se había dormido.
— Final trágico —
Y al retornar del paseo,
estando en la explanada,
por un pedacito de cielo
se cagaron a trompadas!
Entonces te despertaste
y no estuviste tranquilo
hasta ver al oso en su estante
cortajeado y mal herido.