El hombre es siempre el constructor de una cárcel. Y no se conoce a un hombre hasta saber qué cárcel ha construi… Algunas veces parece sólo la propi…

La mano se extiende, pero a mitad de camino a detiene una imagen. Y se marcha entonces con ella, no para poseerla

Desbautizar el mundo, sacrificar el nombre de las cosas para ganar su presencia. El mundo es un llamado desnudo, una voz y no un nombre,

El decidido abandono con que yo me… no ha medido los árboles ni calzado los ríos, pero sabe su sombra y su corriente… El obstinado empeño con que yo te…

Los rostros que has ido abandonand… se han quedado debajo de tu rostro y a veces te sobresalen como si tu piel no alcanzara para… Las manos que has ido abandonando

El cielo ya no es una esperanza, sino tan sólo una expectativa. El infierno ya no es una condena, sino tan sólo un vacío. El hombre ya no se salva ni se pie…

Todo pudo haber sido nada más que… Tendríamos que haber soñado entonc… hasta que las imágenes del sueño quedaran estampadas como figuras t… en cualquier parte del tablero uná…

Una lámpara encendida en medio del día, una luz perdida en la luz. Y la teoría de la luz se rompe: la mayor retrocede

A veces comprendemos algo entre la noche y la noche. Nos vemos de pronto parados debajo… tan fina como el signo del adiós y nos pesa sobre todo desconocer s…

Detener la palabra un segundo antes del labio, un segundo antes de la voracidad c… un segundo antes del corazón del o… para que haya por lo menos un pája…

Nos quedamos a veces detenidos en medio de una calle, de una palabra o de un beso, con los ojos inmóviles

El centro no es un punto. Si lo fuera, resultaría fácil acer… No es ni siquiera la reducción de… El centro es una ausencia, de punto, de infinito y aun de aus…

Si conociéramos el punto donde va a romperse algo, donde se cortará el hilo de los be… donde una mirada dejará de encontr… donde el corazón saltará hacia otr…

Todo salto vuelve a apoyarse. pero en algún lugar es posible un salto como un incendio, un salto que consuma el espacio donde debería terminar.

Tú no tienes nombre. Tal vez nada lo tenga. Pero hay tanto humo repartido en e… tanta lluvia inmóvil, tanto hombre que no puede nacer,