Caricamento in corso...

Abuela

Dos grandes faroles se van apagando,
y aquella sonrisa de la juventud.
La tierra está seca y hay surcos en ella.
y su mente perdida la aleja de ti.
 
Una larga calle, un día soleado
camina a su lado y le marca el paso,
sostiene su mano, la mira a los ojos.
Se queda tranquila dormida en sus brazos.
 
Aún ella recuerda cuando de pequeña
golpeaba a su puerta, que la protegiera.
la llamaba madre, aunque era su abuela
¡y hoy ni siquiera puede recordarla!
 
Ha vuelto en el tiempo, aquellos se han ido
confunde esa barba con un conocido.
Su caminar lento ahora es recuerdo,
pues esas dos ruedas sostienen su cuerpo.
 
Su lecho la espera, su hija la acuesta,
la nieta la observa con inmenso amor.
Que triste noticia, su madre llorando.
La abuela se ha ido sonriente y en paz.
 
De mujer recuerda esos dulces días,
ese blanco pelo, y su renegar,
esas largas charlas, esas caminatas,
y su compañía en el despertar.
 
Ese ¡que se yo!, ese gran amor
que una buena abuela
le pudo brindar.

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