Cargando...

Prisionero

Y entonces te despiertas,
dudas del espacio que llenas
mientras miras a un lado y a otro,
buscando auxilio
en cualquier esquina perdida
de tu memoria.
¿Te marchas o te quedas?
no eres consciente de ello,
pero ya has mirado
la pantalla del móvil tres veces
para ver como huye un único minuto.
La conclusión siempre es la misma,
se nos escapa la vida y
aún siendo conscientes de ello
nos conformamos con seguir mirando
los malditos dígitos,
que se observan en este asqueroso
invento de cien demonios,
esclavista de inocentes almas y
carcelero de juegos,
antes al aire libre.

Otras obras de Ruben Montoro...



Top