Loading...

Confesión de una premonición

Estoy tan cansada. Tan harta. No tienes idea.

Me siento como si hubiera estudiado por 18 horas seguidas. La cabeza ya no me da. Tengo hambre, siento que voy a vomitar y me quiero desmayar, pero sigo. ¿Por qué sigo?

Con frecuencia, quien más te “ama,” es quien peor te trata. Me parece que es una cuestión de seguridad. Creen, erróneamente, que nunca te irás. La familia, los amigos, una relación estable; en todo caso algo permanente... hasta que ya no lo es.

Siempre hay un punto en que me canso de intentar. Estoy ahí, pero sigo intentando. Es la última milla. Lo siento... veo el final aproximándose, y ¡no sé! Quiero quererlo y al mismo tiempo no quiero nada.

Estoy en luto. Estoy despidiéndome de lo que fue y de lo que no fue. De lo que creí que iba a ser, y no. Es casi involuntario... simplemente ya no puedo más. Estoy cansada. De todo.

Tengo el corazón hecho pedazos y estoy usando toda mi energía en evitar que se note. ¿Hasta cuando? Yo no necesito que me ame. Yo quiero que me ame. Pero puedo querer algo diferente.

Falta mucho para el adiós pero muy poco para la inflexión. Lo siento en mi corazón. Ya nada importa. Viene.

Escribí este texto como una carta a mi misma. Es un intento de organizar las ideas. Es una confesión dolorosa. Es una invitación a resignarse porque no hay nada que hacer.

#Premonición

Liked or faved by...
Other works by Saitel Agudelo...



Top