#Mexicanos #Modernismo #SigloXIX #SigloXX
¡Ah! ¿Qué mucho que al Sol que su… se plagiara en divino esplendor alma en quieto remanso la mía, por abril, entre ramos en flor? No cayera por brusca pendiente,
Portas al cuello la gentil nobleza del heráldico lirio; y en la mano el puro corte del cincel pagano; ¡y en los ojos abismos de belleza! Hay en tus rasgos acritud y alteza…
Semejas esculpida en el más fino hielo de cumbre sonrojado al beso del Sol, y tienes ánimo travieso, y eres embriagadora como el vino. Y mientras: no imitaste al peregri…
A tres leguas de un puerto bullent… que a desbordes y grescas anima, y al que a un tiempo la gloria y e… adornan de palmas la frente, hay un agrio breñal, y en la cima
Bajo el ronco motín que grita muer… el sagrado bajel cruje de suerte que semeja reír - El genio es fuer… Y aún ante indicio, de locura o do… no culpa de falaz a Marco Polo,
Yo quisiera salvar esa distancia ese abismo fatal que nos divide, y embriagarme de amor con la fraga… mística y pura que tu ser despide. Yo quisiera ser uno de los lazos
Se que la humana fibra a la emoción se libra, pero que menos vibra al goce que al dolor. Y en arte no me ofusco;
Noy hay almíbar ni aroma como tu charla... ¿Qué pastilla olorosa y azucarada disolverá en tu boca
La moza lucha con el mancebo su prometido y hermoso efebo, y vence a costa de un traje nuevo. Y huye sin mancha ni deterioro en la pureza y en el decoro,
¡Señor, tenme piedad, aunque a ti… sin fe! ¡perdona que te niegue o r… y el ara tienda con bochorno infam… Vuelvo al antiguo altar. ¡No en v… guirnaldas a un león y desparrame
El misterio nocturno era divino. Eudora estaba como nunca bella, y tenía en los ojos la centella, la luz de un gozo conquistado al v… De alto balcón apostrofóme a tino;
Llego entre dos esbirros, que no d… de que a un monstruo feroz guardan… Gritos desgarradores me saludan y brazos epilépticos me aprietan. Suspenso en el umbral callo y vaci…
Es un monstruo que me turba. Ojo… como el vidrio de una rada con hon… amenaza los bajeles con las unas d… La nariz resulta grácil y asemejas… La guedeja blonda y cruda y sujeta…
¡Qué radiosa es tu faz blanca y tr… bajo el dosel de tu melena blonda! ¡Qué abismo tan profundo tu pupila… pérfida y azulada como la onda! El fulgor soñoliento que destella
Ojos que nunca me veis, por recelo o por decoro, ojos de esmeralda y oro, fuerza es que me contempléis; quiero que me consoléis