Del libro Aquí no duele -50 poemas-, Buenos Aires, Ed. Vinciguerra, 2010
Las astromelias las gerberas las fresias los jazmines las hojas de la Santa Rita
Noticias truncas atraviesan al sesgo el día saudades del destierro. En ocasiones muchas andanzas
Entre aurora y crepúsculo un largo viaje de palabras no dichas o apenas susurradas quizá no comprendidas del todo
Buenos Aires reluce hermosa complaciente de edificios de acero y cristal. Camino por Córdoba desde el bajo urbano sístole y diástole.
Desde las palabras el cada día. A través de pequeñas cosas en recovecos
Las huellas de la realidad un puñado de arena apenas guijarros en el rumor del silencio páramo de gota de agua
El vino transfigurado es provisión para el camino. Entonces las manos nos ofrecen
Las manos se le inventan en gala d… entre millones de seres en este pl… uno de porosa afinidad de muchas aguas de vacilación entre sonido y vient…
La brisa le allana las huellas el minucioso atuendo de cada frase todavía encendido itinerario en precario equilibrio sin red persiste en la tregua
Canciones nómadas soledades de sueños enrejados ansia de ese juego de personajes y otra vez dedo a dedo su mano enmanada en la de él.
Muy de vez en cuando cierro los ojos para asistir a ese encuentro. Domiciana Belén se llamó en esta… le decían Graciana
Sin nunca haber amanecido golpe de sol en la luz de lo incierto. Pero antes preguntaba. Ya no
Caminé bajo la lluvia durante siglos esa tarde de noviembre la piel acariciada se esparcía fuegos artificiales tristes
Cada tanto asoma un día soplo de primavera estela de palabras en impresionista luz y realismo sin vocación.
De debajo de la tierra a través del alma se ilumina el infinito límite de