Del libro Aquí no duele -50 poemas-, Buenos Aires, Ed. Vinciguerra, 2010
Leyendo las manchas evoco la locura de Lady Macbeth y me repito en silencio somos las opciones que elegimos. Y me reitero en aúllo
Bajé peldaños recónditos páramos oscuros de mi propio infierno
¿Hacerle caso al obsceno hastío de… El cielo y el infierno y en el med… y seguirle la huella al alarido de… para atrapar el viento.
Ella tiene veinte años y me dice l… y con un gesto añade típico de una mujer diría él de la palabra receta. Seducir hacer creer
La brisa le allana las huellas el minucioso atuendo de cada frase todavía encendido itinerario en precario equilibrio sin red persiste en la tregua
Huyen las distancias se hace necesario el retiro de las voces descanso adormecido en un hombro. Miles de puntos se unen en un todo
Plegaria rítmica matemática hermosa desde la otra orilla de la corriente que impide del terror que detiene de las sombras de la locura
Sobre las colinas el destierro irremediable del hombre. Solo sin viñedos
El cielo es de la coalición el desierto es iraquí el dolor debería ser privado pero es obsceno en las fotos de los periódicos.
Desarbolada entusiasmada la poesía saltó a la calle a medianoche.
Soñé a Ana soñando Praga plácido amanecer callejuelas adoquinadas de bruma. Ana camina reflejo de luz de farolas
Muy de vez en cuando cierro los ojos para asistir a ese encuentro. Domiciana Belén se llamó en esta… le decían Graciana
Decidió tomar un poco de aire a bocanadas a manotones en realidad.
El remanso de sentir de nuevo en l… el silencio entendido en tan ajada… Y acariciarlas y besarlas y guarec… en quijotes abrazos. El orden de lo natural y una cruda…
Desecho la cadencia de las posesiones precarias. Aquel mensaje recibido en el plenilunio envejeció mis manos.