Compromiso ético-anarquista
"Es dudoso que se pueda remediar esta lepra que nos mata sin antes suprimir los partidos políticos. (...) Un hombre que se afilia a un partido seguramente ha percibido, en la acción y la propaganda de ese partido, cosas que le han parecido justas y buenas. Pero jamás ha estudiado la posición del partido respecto a todos los problemas de la vida pública. Al entrar en el partido, acepta posiciones que ignora. De esa manera somete su pensamiento a la autoridad del partido."
- Simone Weil
Sano en soledad. Un principio regente que mueve mi espíritu porque no puedo usar a los demás.
No usaré a nadie mientras me sea posible.
El compromiso que propongo es nunca servirme, ni servir de medio.
Aprendí que hasta llenar mi alma de una expansión transcendental de mi Ser, no usaré a nadie.
Me aseguro desde que tengo consciencia plena de mis acciones de no hacerlo.
¿Me siento solo a veces?
Es hipócrita el hecho de no aceptarlo.
Pero me mantiene firme nunca en mi devenir haber usado a alguien para cualquier transitar, así sea mi proceso no arrastraré a nadie al precipicio.
Quizás sea porque me encuentro recurrentemente allí.
Nunca jamás pondré en juicio mi valor.
Aprenderé a sanarme en soledad, y el aprendizaje hacerlo público...
Lo he venido haciendo y justamente cuando tuve la oportunidad de “dejarme fluir” me llenó de pánico. Era una rabia contenida porque no puedo conformarme con esas migajas de valor que, por banalidad ajena, puede verse conquistada para un beneficio particular.
En mi proceso, solo estoy yo. Nadie más puede pagar mis descubrimientos.
Como una ingenuidad irresponsable pude en algún momento creer que el presente puede ser solo “dejar ser”.
Hoy termino de confirmar que nunca fue, ni será así... un discurso estúpido es el de creer que “estar presente” es no saberse subjetivo-reflexivo ante mis actos. La banalidad del mal nunca fue mi amiga, yo sí pienso, justamente por ello; la ética me antecede.
Pensando que me han "tachado" de anarquista. Lo que no saben es que mi ética se instituye en los principios más profundos del anarquismo consciente.
Ahí está, ese es mi consecutivo "yo" que infinitamente indeterminable sabe bien saberse anarco.
