Una tarde
Una tarde entre sus labios,
Su tacto dulce es perpetuo,
Se prolonga como el timido roce de su lengua,
La humedad entre nuestro pacto de hacer mas lento el tiempo,
Sus caricias que son jugueteo de lo que en la mente nos consume,
El sentir de su piel calida y desnuda ante las palmas,
Las yemas se regocizan al sentir cada poro de su piel en extasis,
Homologo al pequeño roce de la boca sobre su cuello,
Terciopelo que ansia ser expuesto de lado a lado con el haz del gusto,
Acompañado de un pequeño roce que enciende el cuerpo,
El goce de sentirla tan cercana y expectante,
La curiosidad de traspasar su espalda entre besos latentes,
Delinea el deseo de palpar su cintura con las manos,
En una sinfonia que sincroniza cada caricia con cada lamida,
El profuso de sus pechos tan calidos que disipan la realidad,
El extasis de su toque entre los dedos,
El delirio de proseguir tal placido ritual,
Probablemente entre sus piernas,
Seguramente con pequeños roces sobre su entrepierna,
Exhala suavemente ese sonido que rompe lo sutil,
La tarde quiza se tergiverse a nuestros mas profundos deseos
