De «Nuevos cantos mañaneros, desafinados y mudos»
La enemiga defunción te invita, pero no asistas a esa fiesta. Vete pronto a tu lejana villa, roe un árbol, dale una semilla.
la ley que aplica para
vivo de las palabras no
Huecos en la casa bolsas de alimento vacías manuscritos llenos.
Para que los libros estén en todos los lugares.
Desde que te conocí, poesía, me hice la misma pregunta. Desde que te conozco, me he hecho la misma pregunta. Y siempre estuviste,
¡este es un excelente poema! ¡el mejor poema de todos los tiemp… ¡el único poema de la historia! pero usted no lo está leyendo, lás… ni mucho menos preguntándose si es…
nazco de mí lo veo desde la lejanía la sangre asusta a mi sangre la vida consuela a mi vida
no soy poeta ni no
mire usted cómo es la vida ni si quiera soy capaz de pronunci… y existe la poesía que lo hace por… soy un analfabeto que lo conoció l… disculpe usted el atrevimiento
La vida es estratégica y regresa, siempre y sin falta, cuando me estoy muriendo.
Desperté por mayoría de votos. Y…
La noche en altas dosis envenena.
—¡Mira, una estrella fugaz! —¿Qué pasa con las estrellas fugac… —Que se debe pedir un deseo. —Ah… —¡Pídelo!
Soy poeta y no tengo remedio. Ni quiero tenerlo. Soy poeta, y es irremediable: