De «De un marzo los días todos»
La humanidad vino de un árbol que… La humanidad es una pared a punto… La humanidad, conmigo adentro, es…
no todo puede ser gracioso
Si dijera que esto es un poema, lo… Pero si dijera que esto es un poem…
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.
Además una cosa: El poeta está ahí Para que el árbol no crezca torcid… Nicanor Parra Los malos poetas
No me consta que soy yo el que dic… Habrá que ver qué dice la historia y qué la literatura. Y qué yo.
lamento destruir sus castillos en… pero yo soy el hombre más rápido d… me lo imaginé ya a usted apuntándo… cuando todavía usted ni el disparo… y lamento destruir mis castillos e…
Sé que no existe quién me ampare. Me atañe más quién me extrañe. No importa si ella, de la mano, me… por una noche larga, sin fin, sin… etérea, como mi amor por la vida,
Colombia es el poema más difícil q… Trozo lagrimoso de trópico soñando… Montañas prodigiosas perdiendo la… Ríos antiguos de sangre nueva. Todos los verdes posibles.
—¿Qué vendes? —Poemas. —¿Cuánto valen? —No tienen precio.
—¿Quién es usted? —Eso debería saberlo usted.
Reverberación de las masas tras la… Organizaciones mundiales llegando… Laboratorios farmacéuticos frotand… Bolsas de valores botando la casa… Dípteros insignificantes sacudiend…
hay luz en todos lados mis pupilas duelen y mi alma no sabe qué no hacer
La enemiga defunción te invita, pero no asistas a esa fiesta. Vete pronto a tu lejana villa, roe un árbol, dale una semilla.
Ya no intento convertir los poemas en pan. Intento multiplicarlos.