De «Poéticas poco cínicas y muy insuficientes»
Vivimos tiempos difíciles, ser uno mismo es la revolución.
Aunque sean molinos son gigantes,… Sé de lo que me habla siempre que…
les tengo una invitación muéranse los espero con la parilla encendid… y con cerveza fría
siguen impunes como si partir
La noche en altas dosis envenena.
no soy poeta ni no
no todo puede ser gracioso
—¿Quién es usted? —Eso debería saberlo usted.
Tibio lecho, de dispares usos, cuéntale, al oído, de tus amantes anteriores, de los que, como él, dejaron sus sudares en tus tejidos… y partieron, a otro camastro,
—¿Me enseñas a escribir poesía? —Eso no se enseña. —¡Enséñame! —No la escribas. —Gracias.
La tarde cayó en mis ojos y se rompió en mil y un pedazos. Soy el trozo mil uno y los demás son incontables.
Si fuera posible cambiaría de piel a diario. Y si fuera imposible cambiaría de piel a diario.
Más que temerle a qué dirán le temo al qué diré.
Quienes me ven en la calle no sabe… Aún no es hora de encerrarme.
usted no necesita presentación aunque no le sobre, don nica y perdone que lo llame así pero es así como usted se llama como sea, y aunque fuera mejor que…