De «Disentir de las paredes en blanco»
vivo de las palabras no
Desperté, pero el mundo sigue dorm…
La noche en altas dosis envenena.
Discípula inequívoca matando a una… Hija perfecta salvando a hijos imp… Hermana pública multiplicando por… Contravención de estatutos natural… Lógica de las hormonas futuristas…
Me da lástima tu sangre cuando cor… sin ritmo ni prosa hacia cualquier… Me doy golpes de pecho por no pone… vieja y desportillada para que no… La otra noche tu muerte me importo…
No me consta que me conste lo que… Ni me consta que no me consta lo q…
—¿Cómo se llama esto? —Mar. —¿Y para qué sirve? —Para irse.
es más fácil ahora antes
lamento destruir sus castillos en… pero yo soy el hombre más rápido d… me lo imaginé ya a usted apuntándo… cuando todavía usted ni el disparo… y lamento destruir mis castillos e…
La poesía es como los relojes: funcionan todos igual, pero diferente. Como el pan antes de serlo,
Aguas negras de color rojo que nad… Hacinamiento ulterior a la muerte. Igualdad de partes en partes desig… Restos remojados en espera de la l… Pictogramas de la colombianidad mo…
Quienes me ven en la calle no sabe… Aún no es hora de encerrarme.
La poesía, esa pobreza. Se garabatea durante mil años y se… o en menos, en un segundo, sin lee… se lee en un segundo y no se adivi… La poesía, esa mezquindad.
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.
así como ustedes tienen afán