De vainilla pudiera ser
Me atrae, no lo puedo evitar.
Mi deseo se hace irresistible
y mi boca segrega saliva al acércame,
cómo si fuese a degustar el mejor helado que,
entre mis manos, espera ser saboreado hasta derretirse.
Me deleito al arrullarla en mi lengua y notar su suavidad.
y me paseo tranquilamente por ella… arriba, abajo…
deteniéndome en esa puntita que me vuelve loca,
perdiéndome en el palpitar de su contorno bermellón,
introduciéndola en la oscuridad de mi boca…
dentro, fuera… mientras levanto la vista y te miro,
observo los dulces escalofríos que te hacen estremecer.
Succiono, envuelvo, circundo… lento, rápido, salvaje,
con furia… hasta el ahogo placentero que me hace babear,
y entre espasmos, la libero de la opresión de mis labios
sintiendo el ahogado gemido que se escapa de tu boca.
Recorro tus despiertos latidos notando cada vena,
Y disfruto sumergiéndome en la locura compartida,
para volver a besarla, disfrutarla… aprisionarla,
mientras nos deshacemos en el mar de fluidos.
que asoman y nos unen en nuestro vaivén placentero.
Nive
(2009)
