Zapatos de algodón Con sombreros esponjosos, Sombras rojas en noviembre, Barriletes navegando, Rutas sin señalización
Es martes y no vienes, ¿Cuántos veranos más tendré que es… ¿O también serán inviernos? ¿Será que al final de la frontera se acaban también las esperanzas?
Corren los pensamientos detrás de las emociones. Quisiera enmudecer mi núcleo para que ya no me traicione. Si mis manos ya no me obedecieran
Solo digo que la indecisión cuenta como abandono y las preguntas sin responder son cobardía. Solo digo que enseñarle al tiempo
—¿Estaría en tumbas? —¿Me arrancarían los brazos? —¿Me dejarían tirada en la calle después de una pelea? —¿Podría adornar una oficina?
Viene con grilletes A colocarlos en mis manos Yo me quedo inamovible. Después me quejo por lo bajo. Lo oscuro parece no tener fin
Mis ojos de oráculo ven a la nostalgia sentarse a mi lado: “Ya todo ha terminado” me dice sin saber
Que te bese los huesos, que recite tus arrugas y que te toque sin las manos. Que te abrace con palabras no promesas, solo poesía.
No me había descubierto hablando tanto de mí. No sabía que podía angustiarme si el tiempo pasaba lento y no sabía de vos.
En mi jardín veo versos flotando, esperanzas rosadas y un par de sueños tristes que se esconden. Con los ojos cerrados
¡Ay, si mis muertos volvieran! Les invitaría a embriagarnos para olvidarnos de la vida y celebrar la muerte. Esperaría que nos ahoguemos
Te dibujé caminando frente a mí: singular y lenta. Para memorizar el contorno de tus… he parpadeado más de trescientas v… Lejos te ves más segura,
Los umbrales se tiñen de rojo. El espíritu se exprime automáticam… No hay nada qué hacer, solo escuchar el vacío: como todo se fisura al final.
El adiós lo tengo en la punta de l… y se me resbala todas las veces, se me cuela entre los poros y empi… Empiezo de nuevo: te instalaste en la parte trasera…
Lo que nadie sabe El nombre que me niega La sonrisa que no alcanza El cabello que no crece La oración sin punto