Se que he de morir en alguna estac… no me da miedo, no me da sed. Se que el llanto ajeno y multitudi… no evitará la partida,
He escrito un mensaje hacia el bor… he deseado entre sabanas en aquel… He confesado que soy un fiel amant… un hombre terco y pésimo en el aje… La he imaginado mirando las velas,
Caían frágiles gotas que se posaban en el verdor del césped recién cortado. El silencio interrumpido por el frenar de una van, llamaba mi atención. No debí hacerle caso a tal inoportuno...
Había pasado cuarenta minutos y Ernestina aun no llegaba. La ventana aún era el punto de encuentro. Los vidrios empapados por la lluvia, más el silencio sepulcral en casa, hacía que esc...
Llevaba la cremallera a medio cerrar y la barba frondosa por días postergados de cuidado. La botillería había cerrado y la única tienda de al lado, alumbraba con baja luz de vela a las ...
No creí haber puesto la cafetera al lado de la mermelada y la bolsa del pan. Fue extraño, sigiloso y súbito, a pesar que me entretuve con una vieja revista de sociales por medio minuto....
Amplificación, trinos, jora y melodías, talento, calma y alegría, vuelan bellas armonías, retablos descansan en la ganadería…
Ahí voy nuevamente castigado por agujas, como llegado de guerra, cansado, hastío ante los diarios y
Las calzadas de abundante comercio, me invitan las señoras un pequeño buñuelo. El menaje roto entre las rejas de la puerta, las comadres discuten por unos trapos de lujo; canta a la gat...
Habíamos pernoctado en una vieja casa en Louisina, Indiana un 4 de abril de 1920. Una inquieta abeja revoloteaba mi sentido auditivo mientras una revista Ziegfeld Follies posaba la pági...
Desconocí algunas frases entrecruzadas a pesar que tenía definiciones y sugerencias notorias. Como comúnmente las grillas asociadas a las referencias arrojaban mares, nombres, países o ...
quizás no puedas verme, quizás no puedas sentirme o quizás puedas sentir la fuerza de mi energía al abrazarte. He tratado de abrazarte millones de veces, en la calle, al comer, al estar...
Al tajar esa mirada paulatinamente… el sol se hundía en el mar. Al insertar ideas en un soneto, musitaba los compases al oído. El garbo tallado y con mesura,
Cuando las luces apagan... el sentir de tu cuerpo ocupa mi me… ocupa todo el espacio de la alcoba… tiñe mis noches a un negro absolut… Cuando las luces se apagan...
He atado mis demonios a tu locura, el vaivén de quimeras no me suelta… No me deja esta sartén flameante, de pensamientos impuros. Oscilar tu cuerpo como bandera,