Y si hoy fuese el último día que yo esté contigo,
sí por fin tu quicio me reclama por mis tontas mañas,
y te exhaustas un suspiro pensando que ya no valgo este lío;

Moriría de sed, al secarme por dentro, moriría por haberte robado la cascada que fluía de tu cara al maquinar mis malos pensamientos.
Pero peor mi desdicha cuando tu arquees tu alma para palparme encontrado tierra en vez de pasto verde, ahí entonces me contorsiono para adentro;

Me cala lo que soy cuando no puedo, y me guardo,  y me compadezco y me hago la idea de que por eso, mi amor, resbalo de tu pecho, tal cuál mantequilla cediendo al cuchillo que la corta.
Por eso te lluevo a ti, que me has cargado como una madre lleva los errores de un hijo, tú que ves en defectos lo más extraño o lo incomprendido, lo más afrodisíaco o lo más corrompido, pese las promesas guardadas te propusiste a seguir oyendo palabra tras palabra, determinando un espacio temporal para no amalgamarse completamente a mi espina dorsal fracturada;

Y si fuese el último día que yo esté contigo: perdonaría cada vez que me sufriste, quitando paredes entre lo que nunca te dije y lo que siempre quisiste, llevaría corazón a ti,  las cosas que nunca por triste pude, complaciendo tus visiones , irrumpiendo en tus más profundos deseos para quedarme ahí con tus secretos y guardarlos por siempre en la caja de cosas hermosas que compartimos, pondría cada letra de este escrito en mi boca y te lo pasaría con un beso en tu frente.
Y si fuese hoy el último día me hubiese parado a contarte quimeras de como te sueño, como es que un momento se define cuando el hipocampo retiene tu perfección, la perfección de mostrarte a mí cómo por dentro eres.

Si fuese hoy: las flores de los campos serían tuyas, la semana vendría con telegrama desde mi corazón o reservación para comer gratis, tus ojos serían mi pedestal e insistiría con que son la escala mayor, en la evolución, aprendería una nueva lengua solo para enseñarte como es el amor en otro idioma y así enamorarte en cualquier parte del mundo que desees ir conmigo.

Voy a darte mejor todas las razones para ser tu compañero en esta vida, que solo entiendas razones de mí, que no me encuentres en nadie más que éste que esta detrás de ti, sin palabras pero detallista, mis oídos entrenarán contigo percibiendo mejor, y las palabras que salgan de mi boca estarán bien colocadas que anhelarás escucharme todo el tiempo, antes de sea el día después del último día.