Valquirias en la Calima ©2022 Tomás Osorio del Río
El tallo del lirio marchito respira sobre hojas caducas mecidas por viento supino olvidan las ríadas que surcan. La planta ardiendo se enceniza
Pido disculpas, he errado: En la poesía he sustraído un azúcar amarrado a un lenguaje distinguido. Más en la prosa me distraigo.
El recuerdo de una botella, de calma tibia en alcohol, se arroja entre las querellas. Cicatriz labrada en familia, por niñas llorando a un cabrón
En su elegancia me perdí por su carisma me detuve soportaron mi desliz las emociones que contuve. Me perdí
Como una nube la oceánida elige el mar que la espuma cubre; y de rojo se tiñe. Como esponjosa nube
Cualquiera sea la herida en ti la besaré. Tu dolo desharé con mis lágrimas vertidas. Cualquiera sea, cualquiera,
¿Qué he de decirte, mariposa, cuando apenas puedes volar? Esta triste red empaña tus alitas de cristal. ¿Qué he de decirte, mariposa,
Redondez glaseada, su óvalo, en su azúcar, imprégnate, sangre m… nútrase anómalo órgano, expóliese en cada surtido; Uróboros, estudiante tardío,
Es una lista de infinitos, los que una vez te prometí; palabras envueltas en mitos de lluvia ausente en mi partir. En olimpos de cigüeñas,
¿Quién es la mascota que camina ante el ocaso? ¿Cuáles son las fobias que se ahorran el silbato? Esta es la correa
Enjuáguese en miel, suave ambrosía, néctar en sed, vela encendida. Aúllan al sol
Un corazón de impura sangre virgen se apresa en los vasos de la marqu… En el vino se confunde. Es regalo del disfrute del joven pintor que en rojo embel…
En las llanuras del toral, tras la posada, se avista un columpio en una terraza, donde los niños juegan
Si te escribo es por inercia, por su ausencia, por aquella impotencia propia de la existencia de una conciencia
Amo la intensidad con que pronuncias tus palabras Y las transformas en emociones que no marchitan ni se apagan. Esa feminidad