Poemas olvidados
La espera es larga
para que me encuentres
escrito por: Vale Velázquez
La poesía queda inmortalizada en muchas cosas.
En ese niño que leyó el texto que en su vida olvidó
En la niña que se enamoró de la vida y por eso escribió
En el anciano que dejó sus memorias incompletas en el rincón,
en un escritorio lleno de papeles, con su firma y esencia, pero sin un fin.
Leyó, olvidó, dejó, escribió.
El tiempo se va tan rápido, en un chispazo;
y la tortura es tan lenta,
tan lenta que durante la espera...
Espero y espero
Y escribo y escribo
Y ¡Uh! una idea, viene rápido, pero la escribo lento;
con tiempo.
El tiempo es una cosa extraña
porque ni siquiera sé si es una cosa.
Pero yo vago entre él
como si nada me importara.
Insolente,
hablando de él como si supiera.
La poesía ha quedado ya inmortalizada,
aquí;
en el rincón con las hojas de las memorias tiradas del anciano
que explican porqué aún guardaba en su bolsillo aquél centavo.
Alguien encontrará
a mi escrito, al anciano y al centavo
en el rincón tirados.
Pensará en desecharlos
pero habrá encontrado algo
que quedó inmortalizado.
Que le hace sonreír
con sorna de mí,
y entonces
se ha cumplido el cometido
por el cual escribí.
Hace cinco minutos o un año,
teniendo dieciséis o veintiún años.
¡Tal vez hace un segundo incluso!
Pero no importa
porque el tiempo ya lo ha hecho pasado
porque ya es un poema olvidado
en el que, quizás, habrá trascendido algo.
