#Peruanos #SigloXX #1922 #Trilce
Quién clama las once no son doce! Como si las hubiesen pujado, se af… de dos en dos las once veces. Cabezazo brutal. Asoman las coronas a oír,
Amada: no has querido plasmarte ja… como lo ha pensado mi divino amor. Quédate en la hostia, ciega e impalpable, como existe Dios.
Esta noche desciendo del caballo, ante la puerta de la casa, donde me despedí con el cantar del gallo… Está cerrada y nadie responde. El poyo en que mamá alumbró
Entre el dolor y el placer median… de las cuales la una mira a un mur… la segunda usa de ánimo triste y la tercera avanza de puntillas; pero, entre tú y yo,
Se pedía a grandes voces: —Que muestre las dos manos a la ve… Y esto no fue posible. —Que, mientras llora, le tomen la… Y esto no fue posible.
He almorzado solo ahora, y no he t… madre, ni súplica, ni sírvete, ni… ni padre que, en el facundo oferto… de los choclos, pregunte para su t… de imagen, por los broches mayores…
Linda Regia! Tus venas son fermen… de mi noser antiguo y del champaña negro de mi vivir! Tu cabello es la ignota raicilla del árbol de mi vid.
Tengo fe en ser fuerte. Dame, aire manco, dame ir galoneándome de ceros a la izquier… Y tú, sueño, dame tu diamante impl… tu tiempo de deshora.
Todos sonríen del desgaire con que… celular de comer bien y bien beber… Los soles andan sin yantar? O hay… les da granos como a pajarillos? F… yo no sé de esto casi nada.
Escapo de una finta, peluza a pelu… Un proyectil que no sé dónde irá a… Incertidumbre. Tramonto. Cervical… Chasquido de moscón que muere a mitad de su vuelo y cae a tierra…
Esperaos. Ya os voy a narrar todo. Esperaos sossiegue este dolor de cabeza. Esperaos. ¿Dónde os habéis dejado vosotros que no hacéis falta jamás?
Un guijarro, uno solo, el más bajo… controla a todo el médano aciago y faraónic… El aire adquiere tensión de recuer… y de anhelo,
¿Quién no tiene su vestido azul? ¿Quién no almuerza y no toma el tr… con su cigarrillo contratado y su… ¡Yo que tan sólo he nacido! ¡Yo que tan sólo he nacido!
Tahona estuosa de aquellos mis biz… pura yema infantil innumerable, ma… Oh tus cuatro gorgas, asombrosamen… mal plañidas, madre: tus mendigos. Las dos hermanas últimas, Miguel…
Hermano, hoy estoy en el poyo de l… Donde nos haces una falta sin fond… nos acariciaba: “Pero, hijos...” Ahora yo me escondo, como antes, todas estas oraciones