Cargando...

El olvido

No es tu final como una copa vana
que hay que apurar. Arroja el casco, y muere.
 
 Por eso lentamente levantas en tu mano
un brillo o su mención, y arden tus dedos,
como una nieve súbita.
Está y no estuvo, pero estuvo y calla.
El frío quema y en tus ojos nace
su memoria. Recordar es obsceno,
peor: es triste. Olvidar es morir.
 
 Con dignidad murió. Su sombra cruza.

(1968)

#EscritoresEspañoles #Generación27 Poemas consumación de la

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Vicente Aleixandre...



Top