No era un Romeo, pero vio a Julieta danzar el ballet de Prokófiev una noche en que la soledad estaba más sola que la callada noche. Se enamoró de ella al instante, después de años de pe...
—Jugaremos mientras haya sol. —¿Y durante la noche? —Contemplaremos la luna a la orill… —¿No dormiremos? —Algún día, cuando el cielo se cai…
Era un alma moribunda, que paso a paso, lentamente, se iba extinguiendo, por no saber de qué formar avivar la llama del fuego de su pasión. El invierno lo estaba arrojando lejos. La pie...
Vayamos al lugar lejano, ajeno a nosotros: en donde habla el colibrí, y nosotros cantamos. Víctor Daniel López
Aún me llega el murmullo del mar, desde lejos, las olas viniendo a través de eco. Aún me llega su brisa, su canto, diciéndome en secreto que pare mi llanto. Escucho aún aquella misma me...
El hombre se creyó ciego toda su vida hasta que alcanzó a contemplar las estrellas por vez primera detrás de los ojos de la mujer que a partir de entonces se convirtió en el amor de su ...
Soñé que regresaba a aquella playa de arena dorada y de mar con sal convertida en nubes de algas. Que volvía a bañarme de agua que nunca antes había encontrado tan libre y fresca. Soñé ...
En estos cielos de enero que arden… se incendian las promesas. Todo vuelve a su origen natural. La voz. La nube.
¿Qué estoy haciendo aquí? Pensaba el hombre que añoraba las noches bellas en las que solía caminar sin rumbo, sin ninguna carga y bajo el manto oscuro lleno de estrellas. El río corría ...
Despertó una mañana y se hubo dado cuenta que había perdido sus recuerdos. Lloró todo el día, todas las noches y toda la vida, porque había olvidado quién era y para qué era que estaba ...
Venme, alégrate de verme. Regocíjate, enciéndeme el alma, préndele fuego hasta hacerla arder… Redúceme a cenizas, extermíname, Renáceme en barro, devuélveme la v…
Llegas y de pronto encuentras un sitio perfecto, un lugar, un tiempo, un instante al que sientes que perteneces. Todo encaja contigo, con tu cuerpo, tus sentimientos. El aislamiento de ...
Lo siento, alma mía, por tenerte aprisionada. Perdóname por volverte esclava de esta insoportable asfixia
Cuánta humedad se sentía cuando bailamos en mi cuarto el dí… para así no voltear a ver directam… del dolor que emergía de las pared… que de poco en poco se tornaban fr…
nos olvidarán las flores, como también los sauces, los helechos y los tulipanes. nos borrarán del mapa las caricias del viento y nos enterrarán las rocas entre sus inmóviles cuerpos. ha...