Lo siento, alma mía, por tenerte aprisionada. Perdóname por volverte esclava de esta insoportable asfixia
En estos cielos de enero que arden… se incendian las promesas. Todo vuelve a su origen natural. La voz. La nube.
las seis de la mañana huelen a hie… las siete y media a café tostado r… las nueve de la mañana huelen al c… las once a la sal que llega desde… la hora del mediodía huele al perf…
Aún me llega el murmullo del mar, desde lejos, las olas viniendo a través de eco. Aún me llega su brisa, su canto, diciéndome en secreto que pare mi llanto. Escucho aún aquella misma me...
Nuestros fantasmas se encontraron a mitad de la noche para platicar de cosas sobre las que nosotros no éramos capaces. Hablaron toda la noche, hasta que los hubieron despertado los prim...
Te debo la noche que nos robó el a… y la tarde que se incendió para pi… Las luciérnagas del brillo, las canciones con sentido encontrado, creado,
Llegas y de pronto encuentras un sitio perfecto, un lugar, un tiempo, un instante al que sientes que perteneces. Todo encaja contigo, con tu cuerpo, tus sentimientos. El aislamiento de ...
En aquel mismo sueño se apareciero… La primera tenía ojos verdes. A la segunda nunca pude verle el c… Y la tercera... a ella yo ya la co… VDL
Soñé que regresaba a aquella playa de arena dorada y de mar con sal convertida en nubes de algas. Que volvía a bañarme de agua que nunca antes había encontrado tan libre y fresca. Soñé ...
A esta lluvia eterna, ¡desnudémonos! Bailemos descalzos en medio de la tempestad y todo el movimiento.
Era un alma moribunda, que paso a paso, lentamente, se iba extinguiendo, por no saber de qué formar avivar la llama del fuego de su pasión. El invierno lo estaba arrojando lejos. La pie...
Escuchó que lo llamaban por su nombre, y dirigiéndose hacia aquel pozo ancho, siguió la dirección del canto que seguía viajando a través del aire. Al asomarse allá en el fondo, no vio s...
El niño aguardó toda la noche ver llegar el fantasma de su madre. Esperando con ansias, deseaba decirle cuánto la extrañaba y cuán solo se sentía. Cuando al fin tocaron la puerta a mita...
Vayamos al lugar lejano, ajeno a nosotros: en donde habla el colibrí, y nosotros cantamos. Víctor Daniel López
Si volviéramos a Madrid, a los trenes, a Velázquez y al Prado. Si regresáramos el amor a su tiemp… con sus zapatillas de niña