Vayamos al lugar lejano, ajeno a nosotros: en donde habla el colibrí, y nosotros cantamos. Víctor Daniel López
Era un alma moribunda, que paso a paso, lentamente, se iba extinguiendo, por no saber de qué formar avivar la llama del fuego de su pasión. El invierno lo estaba arrojando lejos. La pie...
Los mejores días son los que pasan rápidos montados en caballos salvajes que corren a la orilla de la playa… Los mejores días son los que se ba…
me lanzo al precipicio atraído por la
Soñé que regresaba a aquella playa de arena dorada y de mar con sal convertida en nubes de algas. Que volvía a bañarme de agua que nunca antes había encontrado tan libre y fresca. Soñé ...
Cuando descubrió su sonrisa, comprendió el misterio que habitaba en él desde hacía mucho tiempo. Se reveló al fin su secreto. Ella acababa de salir de una concha. Ella estaba hecha de e...
Aún me llega el murmullo del mar, desde lejos, las olas viniendo a través de eco. Aún me llega su brisa, su canto, diciéndome en secreto que pare mi llanto. Escucho aún aquella misma me...
Al verme en el espejo, retrocedo p… y en tus oscuros ojos, color pasad… allá voy a morir para dejar mis su… < VDL >
Escuchó que lo llamaban por su nombre, y dirigiéndose hacia aquel pozo ancho, siguió la dirección del canto que seguía viajando a través del aire. Al asomarse allá en el fondo, no vio s...
Cuánta humedad se sentía cuando bailamos en mi cuarto el dí… para así no voltear a ver directam… del dolor que emergía de las pared… que de poco en poco se tornaban fr…
Nuestros fantasmas se encontraron a mitad de la noche para platicar de cosas sobre las que nosotros no éramos capaces. Hablaron toda la noche, hasta que los hubieron despertado los prim...
La luna era de color morado. Hasta que vio su reflejo en los oj… Entregó su color a la inmensidad d… desnudándose, quedándose hasta los huesos.
Lo siento, alma mía, por tenerte aprisionada. Perdóname por volverte esclava de esta insoportable asfixia
nos olvidarán las flores, como también los sauces, los helechos y los tulipanes. nos borrarán del mapa las caricias del viento y nos enterrarán las rocas entre sus inmóviles cuerpos. ha...
Como lo hicimos aquel lejano verano, en donde todo era posible y no había otra luna que la que se sumergía en el vino y en los ojos de una noche que reposaba quieta en la copa de los ár...