Mira las flores del río, cómo se mueven con el cantar, brisa y espuma las llevan lejos, van suspirando por regresar. Vuela la brisa, juega la luna,

Tierno Rey, luz nacida, manso grey, dulce vida. Dios eterno

Mamá, vamos a pescar florecitas en la mar. Dicen que hay rosas danzando, que van y vienen cantando. ¿Será cierto, mamá linda,

Sean tardos para airarse, que la ira nunca llega sola; trae consigo palabras filosas, heridas que ni el tiempo borra. Sean tardos para airarse,

El lunes llegó sin previo aviso, como un ladrón con traje y permiso… Yo me escondí bajo la almohada, pero el despertador no perdona nad… Me levanté con cara de espanto,

En la brisa va mi canto, como el río en su rumor, vuelve y vuelve su dolor, como el eco de un quebranto. Lo que amé quedó en encanto,

La vida es una torre, piedra sobre piedra, mano que levanta, viento que la quiebra. Se alza con esfuerzo,

Quizá llueva mañana. Quizá el río crezca y borre los pasos que ayer se hundieron en la orilla. Quizá no regrese

Ahí viene la mariposa, con su vestido de sol; bailoteando entre las hojas, como un sueño de color. Va cantando con el viento,

Queda el eco de tus pasos cruzando la alfombra. Una hebra de tu pelo enredada en la rejilla del desagüe… El amor—

En lo más recóndito de mi ser call… anhela mi espíritu el Verbo encarn… Aurora infinita que rasga tiniebla… tu fulgor eterno mi pecho celebra. Oh lámpara excelsa de llama divina…