En tierras llanas viste la alborad… la cuna fue de nubes y azulejos, y el viento alzó sus cantos más añ… para arrullarte en luz enamorada. ¿A qué los brillos de una piedra h…
En el ruedo me detengo, la arena besa mis suelas, y el sol, como un dios altivo, me viste de oro y estrellas. Brillan fuerte los caireles
Me miro en el río callado, en el brillo húmedo del suelo, en los ojos que me observan como un eco sin tiempo. Eres tú y soy yo,
Lo guardamos en el pecho como un huésped que no avisa, y aprendemos a mirarlo sin que rompa la sonrisa. Lo nombramos en susurros,
Mamita querida, llevame al puerto, quiero pescar con mi cubito estrellas del mar.
La vida canta, su risa es un torrente, sol que levanta las sombras de la mente. Florece el día,
Ay, Luna que alumbra el valle, mi amor ya no me consuela. Si supieras de mis males, nunca más estarías llena. En el río canta el viento,
La vida es una torre, piedra sobre piedra, mano que levanta, viento que la quiebra. Se alza con esfuerzo,
La poesía es mi refugio, mi respiro y mi verdad, es la voz que da cobijo cuando pesa la ansiedad. En sus líneas me descubro,
Una flor blanca en el llano despertó con la mañana, y al sentir brisa temprana extendió su débil mano. “Viento suave, luz lejana,
Todo niño es un artista, un titán de luz y asombro, pinta el cielo con su sombra, canta el mundo a su medida. En su mano el sol palpita,
En el cielo una estrella, brilla con gran resplandor, anunciando con su luz que ha nacido el Salvador. Estribillo:
Las luces del semáforo arden verde… como si el mundo quisiera decirme… Pero mis piernas pesan, cemento y sudor, calles que nunca terminan de abrir…
Se arrodilló el Maestro, sin corona ni trono. Tomó la toalla y el agua como quien toma el cielo para ponerlo en los pies.
En la noche de sombras y penumbra, el aire murmura su canto sereno; allí donde el amor en su fiebre de… susurra el gemido de un sueño terr… La luna se quiebra sobre las aguas…