En un carro de olvido, antes del aclarar, de una estación del tiempo, decidido a rodar, Run—Run se fue pa’l norte,

¿Por qué será, Dios del cielo, que no se resigna el alma cuando nos cambian la calma por olas de desconsuelo? Tal vez sea por orgullo

Se ha formado un casamiento todo cubierto de negro, negros novios y padrinos negros cuñados y suegros, y el cura que los casó

Gracias a la vida que me ha dado t… me dio dos luceros que, cuando los… perfecto distingo lo negro del bla… y en el alto cielo su fondo estrel… y en las multitudes al hombre que…

Qué pena siente el alma cuando la suerte impía se opone a los deseos que anhela el corazón. Qué amargas son las horas

Una naranja me dieron, a mi dos me la quitaron, entre tres la arrebataron, cuatro por mí se opusieron, cinco la vida rindieron,

Anoche bajó del cielo el astro más reluciente, el resplandor que traía me iluminó de repente, el resplandor que traía

Volver a los diecisiete después de vivir un siglo es como descifrar signos sin ser sabio competente, volver a ser de repente

Un pajarillo vino a posarse bajo m… era de noche, yo no podía ver su d… se lamentaba de que una jaula lo h… que las plumillas, una por una, se… Quise curarlo con mi cariño, mas e…

Ya se va para los cielos Ese querido angelito, A rogar por sus abuelos, Por sus padres y hermanitos. Cuando se muere la carne

Imposible que la luna le quite al sol su carrera. Más imposible será quitarme de que te quiera. Quitarme de que te quiera

La mujer que yo más quiero en la sangre tiene hiel, me deja sin su plumaje sabiendo que va a llover, sabiendo que va a llover.

Ya me voy a separar apiádate, corralero, pero tú, precioso cielo, me has pagado con vengar. Yo tengo seguridad