Que vivan los estudiantes Jardín de nuestra alegría Son aves que no se asustan De animal ni policía. Y no le asustan las balas

Yo no sé por qué mi Dios le regala con largueza sombrero con tanta cinta a quien no tiene cabeza. Adónde va el buey que no are,

Una copla me ha cantado la prenda que quiero yo, con esa copla a cuchillo me ha desangrado la voz. Pensará que yo no entiendo

Maldigo del alto cielo la estrella con su reflejo, maldigo los azulejos destellos del arroyuelo, maldigo del bajo suelo

Un bergantín velero los mares cruza con rapidez, no le temo al madero para postrarme niña a tus pies. No me hagas más sufrir

En la prisión de la ansiedad medita un astro en alta voz, gime y se agita como león como queriéndose escapar. ¿De dónde viene su corcel

Para olvidarme de ti Voy a cultivar la tierra, En ella espero encontrar Remedio para mis penas. Aquí plantaré el rosal

Se juntan dos palomitos en el árbol del amor; fin de la separación que los tenía contritos. Brillaba con sus rayitos

Tan demudado te hei visto que no me querís ni hablar, lo que me das a entender que me querís olvidar. Cuando llego y te saludo

A mi casa llega un gato, pero es un gato decente, pero es un gato decente. Si yo le tomo la cola al tiro muestra los dientes.

Amigos tengo por cientos para toda mi delicia yo lo digo sin malicia con verdadero contento yo soy amiga del viento

De mi vera te fuiste hasta Santiago, sí, hasta Santiago. De mi vera te fuiste hasta Santiago, sí,

El lunes por la mañana saliendo a pasear Ines me encontré con la inhumana y dije postrado a sus pies: Señorita, si me admite

Los amores del sacristán son dulces como la miel, amor que no se deseda no puedo, vida, vivir con él.