Me parece triste cómo la gente
tiende a destruir a una mujer.

Mujeres auténticas, rebeldes,
inocentes, expresivas.

Y más triste aún cuando la destrucción va de mujer a mujer.

Vivimos en un mundo donde no nos apoyamos, un mundo donde por tener una vagina, es llevar por bandera “ser mujer”.

Si algo me ha enseñado el feminismo, es que no te puedes llamar mujer por tener un par de esto o aquello, por llevar el cabello largo, por usar maquillaje, vivir queriendo novio, para casarte, para así vivir en una casa decente, ropa de marca, viajes no pagados por ti, los hijos perfectos, el apellido, las apariencias y toda la mierda que nos meten en la cabeza.

Ser mujer va mas allá de unos genitales y una forma de verse.

Ser mujer es ser valiente, ser mujer es ser tu misma, ser mujer es ser independiente, es hacer la diferencia, atreverse a vivir fuera de los malditos estándares machistas.

Ser mujer es saber que puedes ser feliz contigo misma.

Ser mujer es ser libre de cogerte al que quieras, sin dejar de ser selectiva a la hora de escoger a tu pareja.

Ser mujer es saber que tu pareja es una compañía, es un apoyo, SON un equipo. No pensar que será tu tarjeta de crédito porque te crees ( si te crees) poco suficiente para conseguir las cosas por ti misma.

Ser mujer es ser líder, es tener sentido común, es tener consciencia que este mundo se irá a la mierda si no hacemos algo al respecto. Y con irse a la mierda no solo me refiero al calentamiento global, al uso inconsciente del plástico y al maltrato animal, también me refiero a la falta de amor.

Amor hacia los demás, y sobre todo el amor A  T I  M I S M A.

Entonces, ¿Dices que eres mujer? ¿Dices que te amas?

Pruébatelo.