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mírame y,
entenderás que ya nada puede salvarme.
mírame y,
cuando tus ojos se encuentren con los míos
será la primera y última vez que sentirás algo así.
te propongo que me cedas el darte
la espuma del mar,
la mirada perdida sobre una colina,
la risa de un viejo sin dientes que ya ha gozado la vida.
el crujir de las hojas secas en los pies de un niño en pleno otoño,
mi sonrisa sincera y sin condiciones,
el abrazo perpetuo de tu alma; y que ella se llene de dicha,
fundidos en besos y en el calor corpóreo que inerte nos llama a prometernos mucho más.
La llave que abre todas las puertas
para mí parece tu existencia,
y yo, con el alma colgando y el cuerpo inmóvil de tanto sentimiento,
quiero darte lo que nunca nadie te obsequió.
en bandeja de oro,
y con la psique entre los dedos,
consciente de que te entrego
un sonar que arrulla a cualquiera;
y un cuento de hadas
a las que les vibran las alas
por el solo eco de tu voz.
mírame.
Y déjame regalarte la luna en un cielo despejado
donde sólo me cruces la mirada tú.
te prometo que solo será tuya,
y le compartiremos la dicha de habernos conocido.
Piaciuto o affrontato da...
