20/05/2019
Era como el vino francés, ese que sabe a ambrosía. Era exquisito, colmaba y deleitaba los sentidos, con sólo un sorbo.
Eres un amasijo de ternura. Todo junto. Pasión y locura. Mezcla de alquimia prohibida. Renuevas cada instante de mi vida.
«Su mirada» Intensa. Profunda. Rebosante de vida. Culmen de mis sentidos.
Si te marchas ya. late mi corazón, muy lentamente...
Sí, finalmente. Se despejó el cielo. Y entró La Luz...
Entrando a hurtadillas, Sigiloso, como lo que se busca a tientas, se aproxima. Entra en secreto,
Si nos falla la tierra, tenemos el cielo, infinito, eterno! Esa bóveda celeste
Ella, un alma libre. Indómita y fugaz. Soplo de aire fresco. Él, él era Inusual.
Estás bajo mi piel, como la marca que deja un zapato a… como el corsé que aprieta, causand… Grito tu nombre, a secas, y eres un sordo errante,
Calma tempestad Dispersando tormentas El arcoíris
Entras a mi vida. Sacudes mi mundo. Palpita mi corazón. Calientas mi espíritu. Incendias mi ser.
Ella era un tallo. Coexistían espinas, hojas y flor, en el mismo espacio.
Te he soñado mucho. He roto mi calma. Para nosotros es tarde, me duele el alma. Habrá más caminos,
Son tus ojos, regalo del cielo. Son tus labios, del rojo carmín. Es tu dulzura,
A través de ti, sonrío. Miro al universo, que es nuestro. Acaricio el cielo. Me siento Diosa.