Escrito el 26 de Abril del 2019
No logro dar contrato a despegar mi pecho del tuyo, sin derecho ni obligación a un rato más, uno más de grato,
Sumo, resto, multiplico, divido, registro mis defectos y mis dones, mis penas y alegrías, mis razones y sentimientos, todo lo que he sid… todo lo que seré, todo lo mido
Del cero al uno existe una utopía sin decimales.
Pido disculpa para cada chance que tuve, y no le di destinatario. Me volví en un consciente solitari… cuyo constante callar fue el perca… de no tener ni a quien dar un salu…
Hora es de convertir la poesía en lo que siempre tuvo que haber s… desde que el lector genera sentido en una obra donde sólo existía el sentido que yo le daba, ¿había
Me enamoré de simples consonantes, vocales y emoticones danzantes del baile del “te amo”. Con tus fa… zapatillas y mallas al desgaire y tu tutú hipócrita, y un leotardo
Tocas arriba de mí, gota tras gota tras gota. Dibujo por la ventana los versos más melancólicos que el cielo atrevió a soltar.
La labor del poeta aparte de morir en su travesía y de respirar su propio arte; es traducir la poesía. Eso no es fácil, al contrario.
Eres otro lenguaje, uno de ojos, sonrisa, lentes, voz, tan precisa para causar un viaje carente de equipaje
Tomé un esquema de mayor de mi tarea de contabilidad, esa hoja que se arrepiente de contener cantidades irreales, y errores hechos números. Leí la primera cuenta, “Bancos” con un abono ...
¿Cómo que observas un nueve donde veo un seis? Admito que cuando él calla, yo grito porque a mí no me conmueve sentir seco donde llueve
Un grito armónico ruega hacer algo de interés, y suena, y suena otra vez; sólo el oxígeno llega. Ante eso, el sonido entrega
En ustedes recae cualquier verso, estrofa y poema, por la inherente voz que conceden a lo que se sient… o se piensa. ¿Será que en el rever… de ustedes se limita otro universo…
¿Cómo pretendes que te olvide? Tu nombre es para que subraye, mi lápiz quiere que te raye y ya comprenda cada espacio. Mi suspiro no se decide
Madre, esto no saldrá de mi gargan… porque me enseñaste a ser más de t… que de voz. Tú desconoces el pacto que tengo, donde mi saliva aguanta resentida para salir derecha.